Y me gustaría contarte ese sueño que soñé mientras caminaba.
Cuando mis pies marcaban un camino imaginario hasta el inicio de tus labios,
Que ellos no fueron la estación, sino el lugar por el que pasaba
para llegar a tu alma.
Contarte que te sueño cuando estoy despierta,
que te vivo,
que te bebo,
Que no puedo anhelar tenerte
porque con la fuerza de mi deseo puedo tocarte.
Que pienso en mis pecados veniales contigo,
los comparo con todo lo que me das,
y siento que le gané una partida de cartas a un Dios castigador.
Que en mi sueño tomamos tisanas ancestrales,
y todas saben a ti,
Lo sé, porque conozco de memoria todos tus sabores
y todos tus colores,
incluida la oscuridad de tus ojos.
Contarte que cuando no estás yo te toco
y me das vida.
Que me divierte verte pasear desnudo por todos los lugares donde te imagino.
Que cuando mi mano toca tu piel
y te beso y allí termina el sueño,
yo aún sonrío
porque en mi sueño me lleno de ti.