Te vienes,
Me vienes,
Vuelves y te vas
Dejándome el aliento en la boca
En el pecho
En el ombligo
En el alma
… con una seña de ¡espera!
Para que te sirve segregar tus líquidos sin que se mezclen con los míos,
Detener la explosión a media mecha,
A media marcha,
A medio ¡BUM!
Los líquidos de mi cerebro son más viscosos,
Mas pesados,
Más dulces
Y tú prefieres el placer del ego,
Del cuerpo,
Solo contemplas las almas desnudas
Sin tocarles,
Sin descubrirlas,
Sin arrancarles la piel para encontrar los espejos mágicos de tu ser.
Rellena de sensatez los huecos vacíos que te dejo el deseo
Y vuelve a desear
Para que no te salgas de ese circulo que escogiste ser
No percibas el cielo
No seas ni conciente de ti
Quédate a la espera de tus ideales…
Contémplate desde afuera
(… no te salves…)
No puedes ser tan hipócrita
No te me vengas de golpe dejándome a la espera
Con el aliento,
Con los ojos abiertos
Con la voz robada, con la garganta entrecortada
Con las manos extendidas y vacías,
Con las ganas de preguntarte,
Con los líquidos intactos,
Con la locura rehecha
Con la ceguera mirándome,
Con la razón controlándome,
Me vienes,
Vuelves y te vas
Dejándome el aliento en la boca
En el pecho
En el ombligo
En el alma
… con una seña de ¡espera!
Para que te sirve segregar tus líquidos sin que se mezclen con los míos,
Detener la explosión a media mecha,
A media marcha,
A medio ¡BUM!
Los líquidos de mi cerebro son más viscosos,
Mas pesados,
Más dulces
Y tú prefieres el placer del ego,
Del cuerpo,
Solo contemplas las almas desnudas
Sin tocarles,
Sin descubrirlas,
Sin arrancarles la piel para encontrar los espejos mágicos de tu ser.
Rellena de sensatez los huecos vacíos que te dejo el deseo
Y vuelve a desear
Para que no te salgas de ese circulo que escogiste ser
No percibas el cielo
No seas ni conciente de ti
Quédate a la espera de tus ideales…
Contémplate desde afuera
(… no te salves…)
No puedes ser tan hipócrita
No te me vengas de golpe dejándome a la espera
Con el aliento,
Con los ojos abiertos
Con la voz robada, con la garganta entrecortada
Con las manos extendidas y vacías,
Con las ganas de preguntarte,
Con los líquidos intactos,
Con la locura rehecha
Con la ceguera mirándome,
Con la razón controlándome,
¡Ah! ¡Que tonta! También venirte alimenta mi ego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario