martes, 14 de agosto de 2007

Las cosas que salen en las noches


El techo termina pareciéndose a ti y mis ojos se derriten sin poder evitarlo, es tu ausencia la que me acompaña esta noche, en la madrugada y en las tardes y pesa y pega, no esta en mis manos que se vaya, pero esta en mis anhelos que vuelvas, porque necesito mis ojos que ya se volvieron agua por los ecos de tu vos.
Muchas veces se te extraña, sobre todo los lunes y los miércoles, en la tarde, cuando el café esta caliente y no estas para beberlo, entonces se pierde y también llora, y se desgarra el alma y grita como un niño, porque yo no me puedo desahogar como él, lo hace por mi, por ti, por los tres.
Dejaste tu olor, se te olvido llevártelo y el tonto siempre se tropieza con las paredes a ver si te encuentra y solo consigue hacerme mas daño, olvidaste las ganas me las dejaste todas y yo muerdo la almohada para contener los ahogos, dejaste el sabor de un atardecer naranja y la melancolía se me sienta al lado y entonces soy yo quien parece una niña de piernas cruzadas sobre la cama de sabanas secas, que también olvidaste; dejaste la rutina y te llevaste la creación, que egoísta fuiste porque eso te lo habría regalado, habría permitido que lo empacaras todo! si solo me hubieses dejado el corazón... aun latiendo...

2 comentarios:

Yomera dijo...

orale! que honor que me hayas visitado! saludos y por aqui andaré, ya no te librarás de mi tan facilmente eh?

K dijo...

un escrito espeso, pero sustancioso
saludos